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El tamaño si importa… en tus sueños y proyectos

Tenemos un sueño, un deseo, un propósito pero cuantas veces lo habremos visto como inalcanzable porque cuando vamos a ponerlo a la práctica creemos que es demasiado difícil para nosotros.

Que tu objetivo sea un sueño está genial, pero tendremos que tener en cuenta que para que ese sueño se cumpla debemos ponerle patas a ese sueño.
Es decir, convertir algo que bien puede ser un simple propósito en un objetivo a alcanzar.

Ir por objetivos que creemos muy grandes puede hacer que la motivación Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesanteinicial se reduzca considerablemente ya que cuando vamos a iniciarlos los vemos con una dimensión enorme para nosotros.
El gestionar todas las opciones, tareas a hacer para conseguirlo o consecuencias del mismo nos va a hacer difícil gestionarlo y al final se termina por abandonar la idea.

Para eso la PNL (Programación Neurolingüística) nos ofrece una herramienta muy simple, se utiliza en los grandes proyectos o sueños y que permiten ejecutar tu idea en su totalidad con éxito.

No consiste en renunciar a esa gran meta motivadora y en que se fundamenta nuestro sueño. El truco está subdividir nuestro proyecto en fases independientes, es decir pequeños objetivos que harán acercarnos a nuestra meta pero que hará que nuestra mente se focalice en algo concreto y asumible. Es algo que parece fácil decirlo pero tiene su «qué» hacerlo, identificar esas fases motivadoras y ser constante.

Tiene que tener el tamaño justo, ya que si es demasiado pequeño también puede hacer que no nos despierte las ganas de realizarlo.

En la PNL llamamos META OBJETIVO a esa gran META final que nos va a motivar constantemente.

El META OBJETIVO lo dividimos en OBJETIVOS independientes que forman parte de un global. Lo más importante es que cada parte podamos celebrarla como un pequeño éxito. Así que indispensable fiesta. 🙂

Resumiendo: Dividir nuestro META OBJETIVO en diversos OBJETIVOS con un tamaño razonable para nuestras posibilidades actuales hace que finalmente lo consigamos con más facilidad. Cada fase debe tener un tamaño adecuado, ha de ser motivadora y la suma de todas esas fases permitirán conseguir nuestro sueño sin esfuerzo excesivo.

Vamos con un ejemplo inspirador de dos maneras de enfocar un META OBJETIVO:

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PERSONA 1:

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  • META OBJETIVO (Sueño): Preparar todo lo necesario para poder dar la vuelta al mundo.
  • PLANIFICACIÓN: He anotado lo que quiero visitar pero para poder realizarlo con éxito he de reservar todos los hoteles, planificar todo el viaje, alojamientos y transportes antes de salir. Es muy motivador pero preparar tantas etapas se me hace un objetivo gigante.
  • OBJETIVOS: No existen, nos centramos solamente en el META OBJETIVO.
  • MOMENTO DE REALIZACIÓN: ?¿?¿
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PERSONA 2:

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  • META OBJETIVO (Sueño): Preparar todo lo necesario para poder dar la vuelta al mundo.
  • PLANIFICACIÓN: He anotado lo que quiero visitar, voy a preparar las 2 primeras etápas con detalle, una vez allí iré gracias a mi portátil e Internet prepararé las siguiente de dos en dos. Ahora mi objetivo es centrarme en las dos primeras con todo detalle y… ¡salir volando ya!
  • OBJETIVO 1: Planificar todo lo relacionado con Johannesburgo y Nairobi.
  • OBJETIVO 2: Planificar todo lo relacionado con El Cairo y Estambul (Se hará desde la etapa anterior, no es indispensable prepararlo ahora).
  • OBJETIVO N: […]
  • MOMENTO DE REALIZACIÓN: La primera etapa creo que en una semana y media podré tenerla lista.
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Fotografía y vídeo de Meritxell Martorell extraídos de su blog de viajes alrededor del mundo para ilustrar el ejemplo. (www.sineñe.com)

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[pullquote type=»1″ align=»center»] Las personas tenemos todos los recursos necesarios para cambiar y alcanzar los objetivos que nos propongamos; y recuerda que si no se pueden aprender [/pullquote]

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