Skip to content

Los Gremlins o Saboteadores en Coaching

¿Quien no recuerda a los Gremlins? Unas pequeñas y destructoras criaturas que en tan solo una noche logran desquiciar a toda la ciudad de Kingston Falls usando el miedo como su mejor arma.

Recordando un poco el argumento de la película, una criatura llamada Mogwai (que significa en Cantonés «espíritu maligno») llega a las manos de Billy pero con el aviso de que debe respetar algunas precauciones:
[list type=»pointerlist2″]

  • No exponer al Mogwai a las luces brillantes y no debe recibir luz del Sol, ya que ambas lo matarían.
  • Nunca darle de beber agua y no debe mojar al Mogwai.
  • Y la más importante, nunca alimentar al Mogwai después de la medianoche.
[/list]



En Coaching no nos referimos exactamente a los bichitos que aparecen en la película que dirigió Joe Dante y que produjo Spielberg sino a un grupo de procesos mentales y de sentimientos que mantienen el status quo en nuestras vidas. A menudo se presenta como una estructura que nos protege, pero en realidad nos impide avanzar y alcanzar lo que de verdad queremos en la vida.

Así es, todos tenemos a nuestro propio, único, exclusivo y siempre servicial Gremlin, dedicado 24 horas, 7 dias de la semana y 365 dias al año a destruir y descontrolar cualquier proyecto de vida que queramos realizar.
Además, nuestro exclusivo Gremlin particular, no necesita comer después de la media noche para cambiar y ni una sola gota de agua es necesaria para que se multiplique por cien; nuestro ego se encarga de eso y más.

Pretende mantenernos siempre en nuestra zona de confort, impidiéndonos lograr lo que nos proponemos.

El Saboteador o Gremlin siempre está provocando, haciéndonos dudar de nuestras habilidades y talentos; utilizando a la imaginación de una forma destructiva y si te dejas se hace amo de tu inteligencia emocional. Rivalidades, envidias, malos entendidos, baja autoestima, victimismo, y toda esa serie de emociones negativas provienen del saboteador.

Incluso tienen el poder de hacer que vivas enemistado contigo toda la vida. La magistral habilidad de romper lazos familiares y la malicia para lograr que tu jefe te despida. Cuando sale victorioso, deja los corazones y mentes llenos de culpa, confusión, miedo, tristeza, impotencia, inseguridad y baja autoestima.

¿Cómo ataca?

Nos repite cosas como: “No tengo tiempo”, “vas a fallar”, “déjalo para otro día”, “eres un desastre”, “no puedo”…

En las relaciones contigo mismo y con tus sueños su proceso puede darse así:

[list]
  • Tú: Conseguiré un ascenso y seré jefe en mi empresa.
  • Saboteador: ¿Tú? No tienes la habilidad necesaria para manejar equipos, nunca lo lograrás.
  • Tú: La verdad es que necesitaría prepararme más antes de soñar con ser jefe.
  • Saboteador: piensa en toda la gente ya preparada que trabaja aquí y tienen más experiencia que tu.
  • Tú: Creo que estoy soñando demasiado. Es mejor que vuelva a la realidad. Nunca lo lograré. No.
  • Saboteador: me alegro que lo reconozcas. ¡Bien!
[list]

En el fondo la misión de tu Gremlin es procurar que nada cambie, mantenerte en tu zona de confort y protegerte del ridículo, del fracaso, del rechazo o del sufrimiento, pero eso no es así, es solo una excusa que te impide avanzar en la vida.

El Gremlin es un seductor nato. Tiene la capacidad de coger una parte de la verdad y convertirla en una razón de peso para abandonar o para renunciar a empezar. Es un maestro de las excusas razonadas y suele estar presente en momentos de incertidumbre y de cambio. Se disfraza de muchas formas diferentes: como consejero, como sabio, como experto, como prudente. Habla de forma coherente, dulce y tentadora y nos mueve a destruir los grandes proyectos de nuestra vida.

Descúbrelo y actúa

La clave para descubrir al saboteador es la emoción. Estás son parte del funcionamiento normal del ser humano y no un síntoma de enfermedad. Existen emociones positivas y negativas.

En un proceso de Coaching identificamos esos saboteadores y hacemos que el cliente se dé cuenta de que sólo son creencias y miedos que nos impiden cambiar. Que no hay razón real para temerlas y que finalmente podemos conseguir nuestros objetivos.

Volver arriba