¿Cómo descubrir nuestra vocación, convertirla en marca personal y mostrarla al mundo?
Hace unos meses escribí un artículo explicando el concepto de marca personal (personal branding), puede que ya lo hayas escuchado, está muy de moda ahora. ¿Verdad?
En un mundo tan globalizado en que todo está cambiando de forma tan profunda, el encontrar algo que nos diferencie del resto puede aportarnos un valor que sea muy apreciado por los demás. Éste es un concepto que normalmente se utiliza actualmente en el campo profesional de las personas y en el de las propias empresas.
A mi me gusta explicar ejemplos y metáforas, a ver que tal me sale este:
Nos vamos a un super «imaginario» en el que estuvieran representadas todas las marcas de yogures que se venden en España, nos vamos a la sección de refrigerados.
Atención, sin haberlas probado, de sólo las marcas blancas representadas podrías decidir cual crees que es la más buena o la de mejor calidad y con seguridad.
Difícil, ¿verdad?
Si te las dejaran probar, seguro que si, pero a veces no podemos probar todas las opciones y debemos quedarnos con sólo una, ya sea por lo que nos dice su marca, su envase, su mensaje…
Qué pasaría si en cambio te dicen, tienes todas las marcas (blancas y con marca), sin posibilidad de probarlas, ¿cuál crees que es el mejor de todos los yogures?
Es algo que tal vez no tiene porque ser cierto pero las marcas transmiten ideas, valores, sensaciones, emociones, calidad, personalidad, identidad, confianza…
Traslada esa metáfora a personas que no quieran ser un yogurt más de los de marca blanca de una gran cadena, que ya sabes esos yogures que son fácilmente substituibles por otros. Pues eso es la marca personal.
Ser un yogurt tan bueno que tu cliente piense en hacer un viaje expresamente y pagar más para poder «comprarte» porque en su super habitual no estás.
DESCUBRIR NUESTRA VOCACIÓN
Todos tenemos valores, un don, algo que nos hace únicos. Cosas que sabemos hacer muy bien y en lo que somos muy buenos. Lo que pasa que a veces no somos conscientes de esas habilidades, no las conocemos o simplemente no creemos que eso sea algo por lo que puedan valorarnos otros.
Para mi el concepto de marca personal, no es otro que el encontrar la vocación, que es aquello que te hace feliz.
Por mucho que sea diferenciador pero si no va alineado con lo que te gusta, no te sentirás realizado, será forzar algo y no le sacarás ni una parte de potencialidad de lo que podría llegar a ser.
Ahí es muy importante el autoconocimiento, ¿ya te conoces lo suficiente?
Busca eso que te gusta, que te apasiona y piensa de qué manera podrías convertirlo en una profesión. Tal vez no exista todavía pero puede ser que sea una necesidad no resuelta suficientemente. Todas las profesiones, servicios que se han creado han aparecido de unir aficiones y necesidades que hemos ido observando a nuestro alrededor.
Te propongo responder a estas preguntas, las preguntas son la base del coaching y nos hacen pensar un poco más hacia otros horizontes diferentes de los habituales. Salir de lo que se llama nuestra zona de confort. Ahí estamos seguros, pero tiene el inconveniente que no pasan cosas, siempre es lo mismo.
MUY IMPORTANTE: No las respondas mentalmente, hazlo escribiendo con un boli y papel o tu procesador de textos favorito, pero sin pensar en la siguiente pregunta para que no te condicione. Puedes taparla. 😉
- ¿Qué cosas son las que te hacen más feliz en tu tiempo libre?
- ¿Cuál es tu sueño: personal o profesional?
- ¿Qué harías si tuvieras todo el dinero del mundo para tí y para la gente que quieres? ¿A qué te dedicarías?
- ¿Habría alguna manera de hacer eso (o algo parecido que te produjera sensaciones similares) sin todo el dinero del mundo?
- ¿Qué sensaciones te gustaría encontrar en un trabajo? Atención, es como te gustaría sentirte, no que te gustaría hacer.
- ¿Qué cosas son las que consideras que sabes hacer bien?
- ¿Existe alguna profesión que conozcas que podrían ir bien esas habilidades y tener esas sensaciones? Puedes buscar por internet.
- ¿Tienes algún hobbie o afición destacada en tu vida personal? ¿Qué te apasiona?
- ¿Tienes alguna habilidad especial para esa afición que te gusta tanto?
- ¿Existe alguna profesión en que podrían valorar eso?
- Si no existe, ¿podría crearse? ¿alguien podría necesitar eso que tú tienes?
- ¿De qué manera esa profesión te beneficia a tí realmente y a otras personas?
- ¿Qué harías si no tuvieras miedo y supieras que lo que vas hacer va a salir bien?
- ¿Cómo te sientes al responder estas preguntas? ¿Has descubierto algo de lo que quieres?
Un amigo me explicó una historia de una chica que después de un tiempo de trabajar en una profesión que había hecho durante muchos años se dio cuenta que eso ya no le gustaba, además con la crisis desembocó todo en un despido.
Ella se encontraba en eso que llaman la crisis de los 30/40, donde lo que haces por algún motivo ya no te llena como antes y quieres cambiar pero no sabes por donde buscar ese cambio.
Esta fue la conversación:
– ¿Qué afición tienes que te guste mucho, mucho?
– Ella dijo el budismo, todo lo relacionado con esa religión, tradiciones, filosofía…
– ¿Y de eso podrías encontrar una profesión?
– Bueno… me podría convertir en monja budista pero mi implicación no es tanta y no sería una profesión remunerada como tal. Tampoco quiero cambiar mi vida y dejar mi familia.
– ¿Qué más te gusta?
– Me gustan mucho los idiomas y conozco inglés, francés y alemán, ya hecho algunas veces de traductora de textos al inglés o francés y de profesora en una academia.
– ¿Y de qué forma podrías combinar esas dos cosas que tanto te gustan?
La pregunta quedó ahí en el aire, pensó e investigó…
Resulta que los Monjes que visitan Europa necesitan traductores allí donde vayan. Lo especial de esas traducciones es que no puede hacerlas todo el mundo pues tanto por vocabulario como referencias a palabras y significados muy especiales, cualquier traductor se perdería.
Ella ahora se dedica a eso, es traductora especial de los monjes tibetanos que visitan Europa, se gana la vida y se siente totalmente realizada.
(Ahora creo que deberás de girar tu cabeza) 😉
MOSTRARLO AL MUNDO
¡Internet te espera! No quiero ya alargar demasiado más este post hablando de tecnología pero sólo voy a decirte que vivimos en una época que aun siendo pequeñitos, nunca antes todos nosotros habíamos tenido la posibilidad de llegar con nuestro trabajo a tantos millones de personas.
Sólo en Redes Sociales el último dato dice que ya somos más de 2.500 millones de personas en el mundo que nos conectamos regularmente a ellas. Un lugar donde encontrar sinergias, personas con aficiones similares, aprender muchas cosas y donde las cosas originales se convierten en virales teniendo millones de visitas.
Un blog, una web, un vídeo en youtube, una infografía, tu video currículum online, un proyecto innovador, una tienda on-line y el poder llegar a millones de personas desde tu casa explicando lo que sabes hacer no tiene precio.
¿Conoces la historia de William Kamkwamba?
Si no hubiera sido por internet, yo no me hubiera enterado de la noticia, ni tampoco los inversores que le ayudaron a construir más de sus molinos de viento para sus conciudadanos.
La charla dura sólo 5 minutos, vale mucho la pena.
Acabo con otras pequeñas experiencias inspiradoras, más cercanas, del uso de las nuevas tecnologías.
¿Te inspiran? 🙂
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